En la provincia de Cotopaxi existen varios casos de violencia contra la mujer que han quedado impunes, muchas de las ocasiones por la negligencia del sistema judicial.
El caso de Jéssica es uno de ellos, han pasado cuatro años desde que la agredieron con tanta intensidad que perdió un ojo.
Paulina Cajilema, coordinadora Mujeres por el Cambio Cotopaxi, mencionó que han agotado todas las instancias pidiendo justicia, más aún porque se dilata demasiado las audiencias y por lo tanto las sentencias condenatorias al o los responsables de las agresiones.
“Para el 6 de marzo se ha reprogramado la audiencia, se espera que no haya otro contratiempo y por fin se haga justicia”, agrego Cajilema.
Actualmente las oganizaciones feministas desconfian del aparato judicial, ya que en reiteradas ocasiones se han hecho pedidos para que exista transparencia y premura en estos casos, pero no habido una respuesta positiva.
Ahora esperan que con la reciente posesión del nuevo director del Consejo de la Judicatura de Cotopaxi haya una verdadera justicia y que los operadores formulen sentencias imparciales.