En medio de serias carencias en sectores como agua potable, alcantarillado y vialidad, la administración municipal de Latacunga ha destinado alrededor de 173 mil dólares para la regeneración de los pasajes Luis F. Vivero y Padre Salcedo. Esta decisión ha sido duramente criticada por ciudadanos que consideran que las prioridades del gobierno local no reflejan las verdaderas necesidades de la población.
Patricio Córdova, abogado con consultorio en el centro de la ciudad, manifestó su descontento respecto a estas obras. Según Córdova, los trabajos se han iniciado sin una consulta adecuada con los ciudadanos que podrían verse afectados o beneficiados. “Esto no es un discurso, es un derecho ciudadano. La consulta no significa solo entregar un folleto un día antes del inicio de los trabajos. No se nos ha explicado la utilidad de la obra, y los concejales deberían fiscalizar esto”, señaló.
Cuestionamientos sobre prioridades municipales
Córdova destacó que las calles intervenidas, como Belisario Quevedo y las aledañas, se encontraban en buen estado, mientras que barrios como Loma Grande, Las Betlemitas, La Calera, La Cocha e Isimbo enfrentan graves problemas. “Hay hogares sin agua potable o con agua de la peor calidad, pozos sépticos en pleno 2025 y vías en pésimo estado. Este dinero pudo haberse destinado a agua potable, alcantarillado o vialidad, obras realmente importantes para Latacunga”, afirmó.
Críticas a la gestión del alcalde
El abogado cuestionó directamente al alcalde Fabricio Tinajero y al Concejo Municipal, exigiendo que justifiquen quién solicitó esta obra. “Los que trabajamos acá jamás hubiéramos pedido esto. A lo mejor cámaras de seguridad u otra cosa, pero no esta obra”, aseguró. Además, criticó las decisiones “verticales” de la administración y pidió al alcalde que escuche las demandas de los ciudadanos en lugar de reaccionar con enojo ante los cuestionamientos.
Córdova concluyó señalando que no se percibe una diferencia significativa entre la actual administración municipal y las anteriores, dejando a la población con una sensación de desatención y malestar. Mientras tanto, el caos vehicular generado por las obras agrava la situación en el centro de la ciudad, incrementando la frustración entre los latacungueños.
