De ocho horas a solo cuatro horas y media.
El gobierno de Venezuela anunció la reducción de la jornada laboral en la administración pública a tres días a la semana, con horarios de apenas cuatro horas y media por jornada. Esta medida responde a la grave sequía que afecta a los embalses del país, principales fuentes de generación eléctrica.
La decisión, vigente desde el 24 de marzo, recuerda a acciones similares tomadas en 2016 y 2018, cuando el presidente Nicolás Maduro alertó sobre la disminución del caudal en la hidroeléctrica Guri, responsable del 80% del suministro eléctrico nacional. Además, se exhortó a la población a reducir el consumo energético ajustando la temperatura de los aires acondicionados y desconectando dispositivos electrónicos.
Venezuela vive racionamientos eléctricos desde hace más de 15 años, con apagones prolongados. Aunque el gobierno culpa al sabotaje, expertos afirman que la falta de mantenimiento es la verdadera causa de la crisis.