Llevar al dentista a tu hija o hijo y detectar en esa cita de rutina, que tiene problemas alimenticios ¿podría ser posible?
Según la doctora ecuatoriana Paula Vargas, odontóloga especialista en rehabilitación oral, sí.
La anorexia, bulimia, trastorno por atracones, trastorno restrictivo de la ingesta alimentaria, el síndrome de la alimentación nocturna y todas las enfermedades relacionas a las alteraciones de la conducta alimentaria, que se traducen en comer de manera descontrolada hasta la falta de ingesta de comida, podrían detectarse en una cita al odontólogo de forma rutinaria.
Según Vargas esto se podría empezar a detectar por ejemplo con la exploración clínica intrabucal.
Si un paciente tiene el esmalte dentario erosionado podría ser una señal de una enfermedad relacionada a la ingesta de comida. Los pacientes que sufren de bulimia se inducen el vómito, lo que genera una serie de ácidos que provocan esa erosión. “A veces los pacientes ocultan estas enfermedades y no les gusta que el odontólogo los mire y cuando acuden es cuando presentan dolor; pero nosotros (los odontólogos) podríamos detectarlo a tiempo, por eso la recomendación es que las visitas sean rutinarias”, enfatiza.
El mismo vomito provoca, también, un estado de deshidratación general que facilita la aparición de caries, así como la debilidad de los tejidos de soporte dentario, por una desnutrición.
La falta de vitaminas esenciales, como la vitamina C, contribuye a defectos en la síntesis de colágeno, resultando en inflamación, sangrado gingival, ulceraciones y movilidad dental. Cuando un paciente empieza a presentar un tipo de alteracióna nivel psicológico es una cuando ya existen manifetsaciones a nivel mental.
“Se dice que las enfermedades y la salud entran por la boca, es por eso que la alimentación y el cuidado oral son indispensables para la salud general del cuerpo” culmina Vargas.
