Diego Molina, jefe de Gestión de Riesgos de la Prefectura de Cotopaxi, explicó que la situación actual del volcán Cotopaxi no presenta un incremento en su actividad volcánica interna. Desde el año 2001, el volcán se ha mantenido en un proceso de actividad constante. Sin embargo, las fuertes lluvias registradas en los últimos días han generado manifestaciones externas visibles, como emisiones de vapor, las cuales, según Molina, son comparables al efecto de poner agua sobre una tapa de olla de presión.
“Eso es lo que estamos viendo, y obviamente eso genera un comportamiento”, mencionó Molina, destacando que estas manifestaciones no representan un aumento de la actividad volcánica, pero sí justifican el fortalecimiento de los reportes semanales para tranquilizar a la población y mantenerla informada.
En el marco de la campaña Anticípate por el Cotopaxi, se recordó que el monitoreo se centra en un escenario basado en la alteración que inició en 2021 y concluyó en 2023. A pesar de ello, Molina advirtió que el volcán sigue siendo un peligro latente para las comunidades cercanas. “Lo que debemos tener en cuenta es hasta dónde estamos preparados. El volcán es un peligro latente por la población que existe alrededor”, señaló.
Asimismo, el funcionario destacó que no se pueden levantar los permisos de construcción que emite el municipio en las zonas de riesgo, ya que, aunque el volcán va a erupcionar en algún momento, no es posible determinar cuándo ocurrirá. Por ello, se desaconseja fomentar edificaciones en áreas cercanas al volcán.
En cuanto a las obras de mitigación, Molina explicó que no se han llevado a cabo debido a la magnitud del volcán y a las múltiples rutas por las que podrían circular los lahares y otros materiales en caso de una erupción.
Finalmente, en lo relacionado con los albergues, se aclaró que no existe infraestructura exclusiva para emergencias volcánicas. En su lugar, se recurriría a adaptar instalaciones públicas con el fin de albergar a la mayor cantidad de personas posible en caso de una eventual erupción.
Las autoridades continúan monitoreando de cerca al Cotopaxi y reiteran la importancia de que la población permanezca alerta y preparada frente a cualquier eventualidad.