La crisis financiera en el Municipio de Latacunga ha dejado a los funcionarios públicos bajo la Ley Orgánica de Servicio Público (LOSEP) sin recibir su sueldo durante los últimos 10 días. Para cubrir este atraso salarial se requieren aproximadamente 450.000 dólares, una cifra que la administración municipal no ha logrado reunir debido a problemas de liquidez.
La molestia de los empleados impagos se intensifica al conocer que los trabajadores bajo contrato y los jubilados del Municipio ya recibieron su salario, quedando únicamente los servidores LOSEP sin cobrar. La Asociación de Trabajadores de la Municipalidad ha expresado su preocupación, especialmente porque el Municipio tiene la obligación de pagar al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) hasta el 15 de cada mes.
Este desfinanciamiento tiene su origen en la falta de transferencia de recursos por parte del Gobierno Nacional, que mensualmente entrega al Municipio 1.4 millones de dólares. Sin embargo, la baja recaudación de impuestos y otros ingresos municipales ha reducido en 5 millones de dólares el flujo de dinero, afectando la capacidad de pago de la administración local.
Ante esta problemática, el Concejo Municipal de Latacunga se reunirá para analizar posibles soluciones y buscar acercamientos con el Ministerio de Finanzas con el fin de exigir la transferencia de los recursos pendientes.
La vicealcaldesa María Esther Veloz ha señalado que esta crisis es el resultado de una mala planificación financiera del Municipio, ya que el déficit era previsible desde diciembre de 2024. Advirtió que esta situación podría generar retrasos en obras públicas, ya que, sin pagos a los contratistas, los proyectos quedarían paralizados.
Según Veloz, el Director Financiero y el Director de Talento Humano del Municipio debieron haber tomado previsiones para evitar este escenario, en lugar de aprobar anticipos para algunas obras. Además, culpó al alcalde Fabricio Tinajero y a su equipo de una ejecución presupuestaria deficiente. Recordó que algunos concejales se opusieron a la aprobación del presupuesto municipal precisamente por prever problemas en la priorización de gastos.
La incertidumbre persiste entre los funcionarios impagos, quienes exigen soluciones inmediatas para recibir su salario y evitar mayores complicaciones económicas tanto en sus hogares como en la administración municipal.